Los hombres se quejan de que las mujeres nos queremos casar.
Las mujeres nos quejamos de que los hombres nos cogen y desaparecen.
Es cierto que las mujeres tendemos a mezclar sentimientos con el sexo. Pero, a la hora de ser realistas, los hombres nos hacen tooooodo un verso que tendría (aparentemente) como objetivo el meternos en la cama, pero, por lo general, es un verso que da a entender que existirían ciertos sentimientos que no existen realmente. O sea, los hombres fingen sentimientos para poder cogerse una mina, pero después, si la mina se engancha, se quejan porque todas se quieren casar.
Ahora bien: Ni todas las minas nos queremos casar, ni todos los hombres sólo quieren un touch. Simplificar metiendo a todos y todas en la misma bolsa, es una idiotez.
El problema está en que la gente no habla. No dice qué quiere. Entonces, uno tiende a meter a esa persona en el prejuicio que mejor le quede.
¿Sólo querés sexo? Decíselo! Si quiere, quiere (o sea, a las minas también nos gusta coger, en serio, posta) y si no, no se va a enganchar al pedo. Ahorramos tiempo, malentendidos, dinero, etc.
¿Querés un novio? Decíselo! Si no quiere tener ningún tipo de relación, va a desaparecer de una. Y si le pinta, o ve alguna posibilidad, va a quedarse. Sólo un hombre dispuesto, voluntariamente va a admitir que quiere que le rompas las bolas (porque hay que admitirlo, nos especializamos en romper las bolas).
Pero nooooo! no nos decimos nada de esto, y seguimos pensando que todos los hombres son unos hijos de puta y que todas las mujeres somos unas locas de mierda.
Y así estamos...
5 comentarios:
De acuerdo, ísimo: hay una falla (a veces un cráter) en los puentes entre unos y otros. No hablar, hablar cualquiera, decir lo que el otro quiere escuchar y no lo que queremos expresar; no escucharnos a nosotros mismos (ese primer puente que solemos saltar); etc, etc. En todos los vínculos, no sólo el de pareja...
Confieso que últimamente en mis relaciones más íntimas me pasa todo lo contrario: me subí en la ola del amor y está llena de sincronías. Una práctica que tiene sus nubes, pero se la juega.
Abrazos a la chica lúcida!
No hablar es el punto. Pero algunos lo hacen por incapacidad y otros por conveniencia. En ambos casos se generan cortocircuitos. Un beso!
El tema Dana, es que se confunden las palabras. Yo puedo decir un Te quiero, y tal vez me interrumpen con un Yo también...y al final lo que iba a decir era Te quiero contar que te salió bárbara la milanga!
Igual tranqui, que a partir de los 50 ya no se quieren casar más las mujeres. Los varones en cambio sí...
es tan simple como decirlo....
pero TAN complejo como descubrir qué queremos, pedirlo y estar dispuestos al sí o el no.
Y ojo que decirlo franca y abiertamente no te asegura nada... no falta nunca el que, sabiendo las reglas de juego, un dia te amanece diciendo: "viste que hasta aca estaba todo claro, pacifico y bien?. Bueno, ya no mas"
Pero paradojicamente el no hablar o no ser sincero con lo que uno quiere y desea no te trae ningun beneficio a largo plazo, asi que...
Cierto, esto es sobre relaciones humanas y su complejidad, no?
Ah, entonces esta bien que sea un quilombo!
Saludos,
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