Me duele tu manera de decir las cosas, hermano. Me duele que tus palabras salgan así, cargadas de odio y con mierda pegoteada. Me lastima que no puedas ver el amor que te tengo, a pesar de todo, contra toda lógica y razón. Sé que en tu mente es muy probable que creas ese mundo de paranoia y de dolor que te has inventado, pero no es cierto. Ver tu sonrisa falsa y tus ademanes fingidos me hace sangrar por dentro, se me desarman los huesos, convirtiéndose en polvo, en arena.
Me encantaría poder ponerte unos lentes que te hagan ver las cosas desde afuera. Podrías ver a los viejos desvivirse por una muestra de tu afecto. Podrías darte cuenta de que, más allá de las diferencias que puedan existir entre las personas, se puede compartir una charla, un café, un tiempo.
No sé mucho de la vida, 27 años que no tienen mucha experiencia encima no me dan derecho a opinar cómo debería vivir otro. Tiemblo cada vez que debo tomar una decisión, lloro mucho cuando siento que pierdo el control. Y sin embargo, si hay algo que me tocó aprender, es que alejando a la familia no se llega muy lejos. Solía pensar que podía hacerlo todo. Que era superpoderosa, fuerte y dueña de la verdad. En realidad, no es así. Soy fuerte, sí, pero solo por el suelo donde piso, el equipo que me aguanta. No puedo hacer todo, pero intento hacer cada cosa de la mejor manera. No soy superpoderosa, tengo una autoestima muy alta, que a veces me hace creer que lo soy, pero la verdad, es que muchas veces, necesito ayuda. Y no hay una sola verdad, puedo ser dueña de mi verdad, pero es sólo una faceta, sólo una cara de la realidad.
Me gustaría poder olvidar las palabras y las actitudes que me hacen mal. Poder eliminarlas de la memoria, hacer como que nunca existieron. En cambio, podría pegarle momentos que no pasaron, donde compartimos esta única cosa que me enseñó la vida. Mostrarte esas cosas que pasan sin que te des cuenta, el cariño que te rodea; todo lo que no querés ver, porque en algún momento decidiste dejar de creerlo.
Quiero volver a ser la familia que éramos. Quiero que podamos juntarnos y reirnos de nuestras historias y aventuras, llorar de risa con nuestras anécdotas. Quiero poder discutir abiertamente, como adultos, sin tener que cuidar lo que digo por miedo a que lo tomes a mal, te enojes y me alejes. Ay hermano mío, ojalá nos veas así, como siempre, abiertos de brazos, amándote.
3 comentarios:
Que entrada fuerte, a veces es tan doloroso ver como las personas a las que amas se desmoronan, como todo lo que eramos ante sya no es igual. duele ese deseo de la union, del reencuentro
Espero que eso que deseas pueda hacerse tangible, y no te duela más a vos, ni a nadie.
Un beso linda, extrañaba leerte.
Epa!
Jodido.
Te deseo lo mejor y que dentro de todo lo que puedas tengas un muy buen año con toda la onda posible!!
Felicidades!
Empezar el año asi no es tan malo... ahora solo se puede ir para arriba.
Feliz 2011!
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