lunes, 30 de agosto de 2010

El amor, charlando con mi ex.

Me preguntó qué es el amor. Así me dijo... Vos que sos tan filosóficamente pensativa (?) ¿qué miércoles es el amor?
Le respondí con una pregunta: ¿cómo te diste cuenta de que me querías a mí?
Porque me emocionabas entero, me hacías sentir que estaba en otra parte y me llenabas, tus ideas, tus palabras, sentía que no era nada en vano.
Respondiste tu propia pregunta.
Se siente primavera, le dije, que todo encaja, que hay una razón para seguir vivo.
Es difícil encontrar eso, respondió. Pero no se refería específicamente al amor, sino a la pareja, a la que define como un acuerdo social.
Y es verdad. La pareja, si bien tiene base en el amor, desde fuera es sólo una estructura social aceptada como ideal. Y el amor está muy bien visto como concepto, pero tiene mucho de pasiones, de arrebatos, de fuegos, que en la sociedad no se integran fácilmente. En la sociedad, el amor tiene que ser de corazoncitos rositas, manitos tomadas y caricias tiernas. En mi vida real, poco tiene de rosita el amor. Lo siento como un fuego, una urgencia, una necesidad del otro, que lo recrea en su ausencia, que lo construye. Sin el otro, el amor no existe. Cuando se ama, todo es absoluto. Nadie jamás ha sentido como siente el enamorado, y nadie podrá amar así. Cuando amo, soy la única dueña del amor, que todos los demás dicen conocer, pero no alcanzan a verlo, que todos lo nombran en vano, sin saber la urgencia del otro que se siente.
Y cada vez que uno se enamora, es diferente y única. Y siempre se siente que es más fuerte, más real. Desacredita todo lo anterior como banal, como insulso, comparado con este nuevo fuego. Y es que el fuego actual quema más fuerte que el recuerdo. Pero en su momento, ese sí que quemaba...
Como dijo mi ex, cuando uno quiere, siente que está en otra parte. En un universo diferente, donde lo único real es el otro.




Gracias a Javier por esta charla inspiradora.

2 comentarios:

Marialauchi dijo...

un fuego... que falta me hace algo asi...

Besos doctora!

tarja dijo...

Que bueno amiga, que todavia puedas enamorarte asi... Yo despues de tantas desaveniencias, me enamoro de la tranquilidad, la serenidad de saber que alguien piensa en mi, me necesita y me cuida... pero fuego, lo que se dice fuego... no mas.