martes, 1 de octubre de 2013

Historias de la sala de espera (1)

No contenta con que sus habitantes transitorios tengan el alma en vilo, esperando que pasen los minutos, la sala de espera de la unidad de terapia intensiva te brinda historias. Algunas son de esperanza, algunas de dolor... pero todas tienen en común el amor.

La vida se ha obstinado en que en el último mes estuviera más tiempo en la sala de espera de terapia que el que le desearía jamás a nadie.
Sin embargo, dicen que la felicidad es precisamente la capacidad de encontrar la belleza en todos lados. Y en la sala de terapia, también hay belleza.

Estas son historias de vida reales, compartidas en las largas horas interminables entre las visitas y los partes médicos. Es gente de verdad, con la que compartí mates prohibidos, risas, pequeñas alegrías, pesares, indignaciones... pero por sobre todas las cosas, compartí tiempo, para escuchar sus historias...

"76 días en terapia"

Él sufre una enfermedad terminal, que le va atrofiando los músculos de a poco. "Es la que tenía Fontanarrosa" dice su mujer, que te cuenta que al famoso lo puso en un "sillón" de ruedas, pero a su Pedro le agarró los de la respiración. 
Ellos viven en Maciel... el sanatorio está en Rosario. Todos los días, durante los 76 días que Pedro estuvo en terapia, ella viajó 63 km para llegar a escuchar el parte médico a las 11 y verlo una hora, para después irse nuevamente y volver para el parte de las 18 y la visita de las 19.
"Hay veces que se me pasa el colectivo, y no llego a escuchar el parte, pero los enfermeros ya me conocen y me cuentan cómo estuvo
Cada vez que llega nos saluda y nos cuenta cómo va su Pedro, y que "si Dios quiere en unos días me lo sacan de terapia y me lo mandan a rehabilitación"
En la sala de terapia no hay pijamas, sólo esas batas abiertas, que no dejan nada a la imaginación... ella se ríe y me dice "viste que le sacaron la sonda, y ahora le pongo el papagayo... mi viejito siempre fue muy pudoroso, hasta conmigo! Y eso que tuvimos tres hijos! Vieras la vergüenza que le da y yo le hago chistes, hay que reirse acá"
Hace 42 años que se casaron... y ella confiesa "no veo las horas de poder dormir de nuevo juntos, la cama es muy grande sin él" y sonríe, pícara. 

Ella sabe que le dieron dos años para estar con él antes de lo inevitable... "y ya, volando, se nos pasó uno" pero dice, orgullosa, "el tiempo que nos quede, va a ser juntos... por eso vengo todos los días... imaginate si nosotros nos cansamos, ellos que están allá adentro todo el día... se vuelven locos".

Ayer le daban el alta a su Pedro.

3 comentarios:

xirda dijo...

Terapia intensiva es terrible, muestra de que estas hecho.

Como vos bien decis podes encontrar muchos casos dispares entre si pero casi todos tienen una particularidad. Debes reorientarlos cada vez que los vez porque se desorientan seguido.

Beso ghrande y espero que tu mama vaya mejorando.

Beso beso.

A.Torrante dijo...

La UCI debe ser lo más cercano al Purgatorio que existe - Es ahí, donde Dios y el Diablo se juntan para repartirse las cartas. Es ahí donde los médicos/enfermeros son semi dioses y los parientes sacan lo mejor o peor de sí (me vino a la memoria la escena de Million Dollar Baby) Es el lugar que siempre tengo presente a la hora de andar en moto, aunque de repente tal vez cometa alguna imprudencia. Beso!

Guillermo Altayrac dijo...

Muy linda hitoria.
Gracias por compartirla.
¡Beso!