Los horóscopos son chamuyos. Las cartas no pueden saber qué deparará tu futuro. Las líneas de la mano son sólo líneas y la borra del café es azar.
Lógica y racionalmente, no creo en ninguno de ellos. Tampoco creo en la suerte, ni en la mala suerte. No creo en un destino, ni en una salvación divina. Racionalmente sé que todas las religiones fueron creadas por el hombre para justificarse, encontrarle algún sentido a su existencia. A nivel razón, el pensar que las cosas van a salir mal porque me crucé un gato negro o porque es martes 13, me parece una pelotudez.
Y sin embargo... muy en el fondo, negándose a sí mismo, escondido, relegado a ser considerado una de mis contradicciones... está mi creer.
Porque si bien sé que no me van a predecir nada, leo el horóscopo.
Porque si una señora me tira las cartas, digo que no es verdad y un poco me río, pero en el fondo, quiero que tenga razón. Quiero conocer a ese "tall dark stranger".
Porque si me siento en peligro o desprotegida, o desesperada... lo primero que hago es rezar. Después lo razono... acabo de rezarle a algo que no creo que exista... o si?
Porque cuando me despido de alguien le digo "chau, suerte!"
Será que la normalidad no es una de mis características? Porque el problema está cuando empiezo esa discución conmigo misma... Creo? No Creo??? No creo... pero entonces por qué...? Entonces creo... Pero no... cómo voy a creer!
No sé.
3 comentarios:
Hay veces en que uno cree ciertas cosas de uno mismo en forma racional pero tiene dentro tanto mandato/mensaje/historia que actúa de forma diferente a lo que piensa. Un beso.
ahhh yo solo creo cuando esta bueno, eso se llama creencia conveniente jajaja besos
Todo es chamuyo hasta que te pasa a vos... yo ahora re creo en el cumpleaños de Buda.
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