En esta Argentina tan golpeada por tantas crisis diferentes, por tantos subeybajas económicos, por tantos contadores de cuentos y vendedores de humo, hoy se dió un gran paso en pos de la igualdad. Ésta, mi pobre y querida Argentina, llena de prejuicios, de clichés y de caricaturas, aprobó la ley de matrimonio igualitario. Esta patria mía, bendecida con los más bellos paisajes imaginables, también bendijo a su gente, gritando a los cuatro vientos: Somos todos ciudadanos iguales, con los mismos derechos, con las mismas normas, con los mismos nombres. Hoy me desperté en un país que me emociona. Hoy Argentina levantó la frente y dijo: Mi gente es digna.
Y cuando los quejosos de siempre, los vaticinadores del fin del mundo, los que ciegamente repetían cantinelas gastadas y sin sentido para mantener las diferencias y las apariencias, se den cuenta de que el mundo siempre se beneficia del amor, no los vamos a mirar por encima, no los vamos a menospreciar, ni hablaremos mal a sus espaldas; solo les diremos: Bienvenidos, esta es la sociedad que estábamos buscando. Esta es la sociedad en la que quiero vivir. Donde quiero ver mis hijos crecer. Donde, aunque sea en los papeles, todos tenemos las mismas oportunidades.
Feliz día de la igualdad, bienvenidos a la nueva sociedad.
1 comentario:
me encanta! libres y diversos, con los mismos derechos, bienvenidos! :)
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