miércoles, 4 de abril de 2012

¿Será?

Ayer me encontré con la factura del libro que le había regalado.
Rompí la factura, tiré el papel.
Pensé en que debería haberme comprado ese libro para mí. Siempre quise tenerlo.
Ya me lo compraré.
Qué buen libro.
Encima seguro que ni lo lee, con la dedicatoria que le había puesto, no puede tenerlo por ahí, al alcance de cualquiera. Linda explicación tendrá que dar.
Qué pena haberle regalado el libro que yo quería para mí. Pobre libro abandonado a su suerte.

Y también pensé en que no debería tener que cruzarme con papeles o cosas que me lo recuerden. Si uno anda con el corazón roto, no tendría que cruzarse con más elementos punzantes.
Y me reí porque me imaginé andando en puntitas de pie por una habitación repleta de vidrios rotos.

Y después pensé en que no sé cómo se previene un corazón roto.
"Teniéndolo ocupado" me dijo mi compañera de casa.
Y me reí por la respuesta ocurrente.

Más tarde pensé en que tampoco sé cómo mantenerlo ocupado.
Y me reí por la ironía.


Mucho, mucho después me acordé de una frase tonta que solía decirme...
Y me reí.



Ya no me acuerdo el último día que lo lloré.
Y no sé exactamente cuándo, pero en algún momento... aparentemente.... volví a reír.

6 comentarios:

A.Torrante dijo...

Los corazones no se rompen, sólo las ilusiones. Por eso es siempre conveniente regalar libros pensando que al otro le va a gustar leerlo, no creyendo que porque a uno le gusta al otro también.
¿Se entendió?

esa de afuera de mí dijo...

ay, me enterneció mucho este post, y me da tristeza tambien.
no se previene un corazon roto, no? y es cierto: cuando esta roto, no se puede mantenerlo ocupado, porque es como un colador. pero literal.

me hiciste acordar que cuando me separe de mi ex, él se quedó con algunos libros míos. cuando despues de un año lo volví a ver (por esas casualidades de la vida) le pedí que me devuelva "vigilar y castigar" porque era uno de mis libros favoritos, lo tenia lleno de notas y lo queria recuperar.
cuando me lo devolvió, había arrancado la punta en donde yo había anotado mi nombre.
me dio pena, pero senti alivio: alguien que hace eso, no podía ser para mi el amor, de ninguna manera.

beso grande.

Lila

f dijo...

y cual era el libro?

Dana Eva dijo...

@Ato... Más allá de que yo lo quería al libro, sé que a él le iba a gustar...
@Lila... Uff... no era EL amor, tenés razón...
@f... Fragmentos de un discurso amoroso, de Roland Barthes... ya lo leí varias veces, lo tengo en la compu... pero no en formato papel... ya me lo voy a comprar :)
Gracias por pasarse... un besotón :)

Dany dijo...

Es cierto....las ilusiones se rompen. A veces en mil pedazos. Pero en el medio de tu entrada dijiste que te estabas riendo. Y reir es uno de los primeros síntomas de la recuperación.

Un beso!

Guillermo Altayrac dijo...

Muy linda entrada. Me gusta mucho la imagen de andar en puntitas de pie por una habitación repleta de vidrios rotos.
Y es muy lindo que recuerdes esa frase tonta y te rías. Que el recuerdo lindo sobreviva a la pena del desencuentro.