martes, 22 de febrero de 2011

Rediseñando el cuerpo humano

Con mi compañera de casa, hace unas noches, cerveza(s) de por medio, comenzamos a divagar en el increíblemente amplio mundo del "¿cómo sería si...?". Obviamente preocupadas por el curso de la humanidad, se nos ocurrió que el mundo sería un lugar más tranquilo si la reproducción de la especie fuera más sensata... eso implicaría que las personas no engendrarían un vástago salvo que realmente quisieran hacerlo. De esta manera separaríamos el sexo recreativo del sexo con motivos de reproducción. Inspiradas por "La noche de los tiempos" de René Barjavel, que plantea una raza superior, tecnológicamente hablando, se nos ocurrieron un par de modificaciones en el diseño del cuerpo humano, que mejorarían nuestra condición como humanos.
La novela plantea que los seres de esa raza tenían un anillo que prevenía la reproducción. De esta manera, podían tener sexo recreativo cuando quisieran, ya que sólo se reproducirían si ambos miembros de la pareja se quitaban los anillos. Si bien es una solución al problemita del embarazo indeseado, puestas en el papel de creadoras de la raza humana, consideramos que nuestro diseño hubiera fallado si al cuerpo humano hubiera que agregarle un elemento externo, como un anillo. En realidad, el diseño sería defectuoso.
Así es como se nos ocurrieron un par de modificaciones que, a más de solucionar el problemita en cuestión, serían muy interesantes, en el caso de existir.
Primero se nos ocurrió que el semen quemara. Esto haría que sólo aquellas mujeres que realmente tuvieran MUCHAS ganas de engendrar, permitieran que algo que les cause daño (que las queme) sucediera (léase, sólo si querés tener un chico me quemás por dentro, ok?). El problema, es que, conociendo a los hombres (como raza y como género) se generaría como un fetiche con esto de "mirá que te quemo ehhh?", así como también sucedería que todas las mujeres tendríamos marcas en la piel de la cara, el pecho, etc, a consecuencia de dicho fetiche. Así que decidimos bajarle un par de grados, cosa que queme, pero no deje marca.
Pero como se trata de algo que deben decidir las dos personas involucradas, también del lado femenino habría que hacer un par de modificaciones. En primer lugar, y sin lugar a dudas, el temita de la menstruación tendría que NO EXISTIR. O por lo menos tener un botón de ON/OFF a voluntad. En segundo lugar, se nos ocurrió que, si a diferencia del hombre, la temperatura de la mujer bajara un par de grados en el área genital... a unos 5ºC, ponele. (En ese punto, debo admitir que el proceso de diseño se vio un poco abandonado, para explorar el cambio de significado que tendrían las frases como "se me heló hasta el pecho", "tiene un frío en el alma", etc; así como también el análisis de los gestos que indicarían que te "helaste" con algo o alguien, onda, estás viendo una peli con tu vieja y ante la aparición de un Brad Pitt en bolas, y ambas comienzan a temblar, eso sí que sería traumático). Este diseño nos resultó bastante incómodo, por el hecho de que haría el sexo recreativo menos interesante, razón por la cual decidimos que debería haber otro orificio (el helado) directamente relacionado con la reproducción y no con la recreación, mientras que el orificio actual se mantendría pero solamente para la diversión, sin modificaciones de temperatura. "El helado" sería un orificio bastante más pequeño y menos flexible que los actuales orificios, de manera que sólo ingrese un miembro por demás caliente a congelarse y sea un proceso doloroso para ambos. Así sólo se lo usaría para una reproducción consciente.
Estas modificaciones, si bien en ese momento fueron ampliamente debatidas, se encuentran abiertas al diálogo, de manera que el próximo universo que diseñemos (en nuestro papel de creadoras) probablemente contenga algunas de ellas, o no.

jueves, 10 de febrero de 2011

Último post con 27...

Y sí... el tiempo pasa... y me pongo vieja, la puta madre... tengo ganas de putear, sí... SOY MUY JOVEN PARA TENER 28!!!!!!!!!!!!!!!


LA PUTA...